Valor con Valores – El Modelo Financiero I
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EL MODELO FINANCIERO- I

En estos años de carrera profesional he conocido a dos tipos de inversores: los no modelizadores y los modelizadores. La mayoría pertenece al primer grupo. Mi compañero Juan Díaz-Jove y yo somos claramente del segundo.

Antes de nada, ha de quedar claro que el hecho de modelizar empresas no es en sí mismo algo ni bueno ni malo de un inversor, sino que constituye un recurso más a su alcance.

El modelo financiero es una hoja de cálculo que permite analizar y valorar una compañía. Su contenido ha de estar adaptado al método propio de cada inversor (a su forma de hacer las cosas y sus objetivos particulares) siendo una herramienta de trabajo personal e intransferible. Sin embargo, hay aspectos comunes a todos los modelos financieros.

A continuación os planteo algunas directrices y consejos para diseñarlos basados en mi experiencia personal. Utilizad este artículo como una mera referencia pues no sirve de nada copiar el modelo de otro inversor.

¿Qué aporta un modelo financiero a mi proceso de análisis de una empresa?

  1. Me impone una disciplina concreta y sistemática de trabajo. El modelo financiero es mi checklist cuantitativo. Una vez que introduzco los resultados anuales de la empresa que estoy analizando, calcula todas las variables financieras y ratios que considero relevantes. La información que me aporta se presenta en un orden específico diseñado por mí, que lo convierte en algo comprensible y que me permite seguir analizando. También sirve para llamar mi atención sobre aspectos raros o importantes en los que debo centrar el esfuerzo analítico.
  2. Me ayuda a apartar mis creencias del proceso analítico. El modelo financiero es una herramienta muy estática y poco flexible. Es cierto que puntualmente introduzco algunos cambios en alguna empresa concreta, pero en general con mis modelos quiero tratar la información de todas las empresas de la misma manera. Esto permite homogeneizar la información contable para poder hacer comparativas entre compañías. En otras palabras, el modelo hace algo que a mi cerebro le resulta casi imposible: apartarse de los prejuicios y tratar cada la información de cada empresa por igual.
  3. Gracias a la información cuantitativa que me proporciona soy capaz de interpretar mejor la parte cualitativa de la compañía. ¿Es cierto lo que la empresa dice que hace? ¿Sus métricas de crecimiento, rentabilidad, inversión, endeudamiento o dividendo son comprables con las de la competencia? ¿Son coherentes entre sí? ¿Tienen sentido dentro del sector? ¿Tienen los grandes hitos estratégicos un efecto significativo en las cuentas? ¿El texto de las cuentas anuales refleja tanto los éxitos como los fracasos financieros que detecto en el modelo? ¿Se notan las ventajas competitivas en las cuentas? ¿El equipo directivo actúa con pericia cuando habla de medios y fines? ¿El dividendo es sostenible? Leer las cuentas anuales con un modelo financiero al lado que recoja la actividad financiera de la empresa durante los últimos diez años es una herramienta muy poderosa para empaparse de los aspectos más intangibles de la compañía.
  4. El modelo financiero es imprescindible para analizar diferentes escenarios de resultados y de valoraciones. La única forma que tengo de responder a la pregunta ¿qué pasaría sí…? es utilizando un modelo financiero que me permita cambiar las premisas y ver el efecto del cambio en mis proyecciones y en la valoración. ¿Cuánto tendrían que caer los resultados para que la empresa tenga un problema por los vencimientos de su deuda o para pagar su dividendo? ¿Qué le pasaría a su liquidez si cambian las condiciones de cobro y pago? El modelo es una herramienta con la que responder a nuestras preguntas más creativas sobre la marcha futura de una empresa.

¿Cómo aprendí a hacer modelos financieros?

En la relación de lecturas recomendadas que colgué hace unas semanas (son todas en inglés) hay algunos buenos manuales que ayudan a hacer modelos completos. Las lecturas más centradas en cómo hacer un modelo financiero son:

  • Analysis of Financial Statements, de Leopold Berstein y John Wild.
  • Financial Statement Analysis: A Practitioner’s Guide, de Martin Fridson y Fernando Álvarez.
  • Financial Modeling and Valuation: A Practical Guide to Investment Banking and Private Equity, de Paul Pignataro.
  • Investment Banking: Valuation, Leveraged Buyouts, and Mergers and Acquisitions, de Joshua Rosenbaum y Joshua Pearl.

Se puede completar con material más detallado y didáctico en esta web en inglés (en la que no tengo interés alguno y a cuyos autores no conozco):

https://breakingintowallstreet.com/biws/homepage/

Aunque con el tiempo he ido modificando mis modelos, todos ellos siguen el esquema básico que propone esta web. También son muy recomendables los cursos de modelización de compañías de Oil&Gas, financieras e inmobiliarias que imparte. Hice los tres y se los recomiendo a todo el mundo, aunque siempre después de haber pulido las habilidades básicas como modelizador de empresas industriales.

Dedicaré el próximo artículo a las secciones que ha de tener un modelo financiero para que sea robusto y proporcionaré las claves para utilizarlos.

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